Bye Australia, welcome New Zealand

Hola chicos-as,

Y……vendimos la van……nuestra casita con ruedas, estos días han sido una sucesión trepidante de acontecimientos. Un viernes llegamos a Sydney…lloviendo…..Noe preparando el Arca para salir y los animalitos haciendo sus cortejos en internet (que estamos en el sigo XXI D.C.)..y diez días después habíamos vendido la fregoneta. Y ¿qué pasó en esos diez días?, pues que nuestros asilvestrados cuerpos se dieron de bruces con la ciudad en todo su esplendor de atascos en días de lluvia. Han sido un no parar de gestiones, papeles, talleres, llamadas, anuncios en internet, dinero, atascos, pitidos, frenazos, búsqueda imposible de aparcamiento....

en fin, la ciudad, como en todas partes. Daniel el pobre no lo ha pasado muy bien, acostumbrado a una atención exclusiva.

performance de Daniel en plan protesta !hacedme caso!

 Para venderla tuvimos que cambiarle la matrícula por el tema de los estados, ya que cada uno tiene su legislación (todo para sacar pasta, claro)

Por fin tuvimos dos llamadas interesándose por la van, y allá que vamos, a King Cross, en pleno centro de Sydney, una mezcla de Chueca, la Latina y Lavapiés, donde estaban todos los campervaneros con casitas rodantes a la venta durante días y días. Una pesadilla llegar allí, pero tras un corre que te corre que no llegamos por decimonovena vez, hacemos un aparcamiento triunfal delante de nuestros potenciales compradores, la ven, la olisquean cual perrillos, mientras tanto yo hago mi exposición asistida en los detalles técnicos por Jozelito como artífice de los elementos estructurales, ahhh carne fresca, dos franceses en plena pubertad y con dos años de libertad por delante (ahhh cab…) y me la llevo¡¡¡¡¡ ein? ¿Sin discutir precio ni nada?, yo que me tenía preparada la estrategia de venta con diferentes grupos de compradores…

Y con la entrega de la señal, una cervecita para celebrarlo y abrasarles un poco con nuestras historias de abuelos cebolletas, fijamos el día de la venta y nos vamos a un camping cerca del aeropuerto, ya en posición de salida. Desde luego nunca sabes dónde vas a conocer gente maja…..estaba lleno de gente terminando su viaje…cada día se iba uno y lo que no podía vender lo regalaba, parecía aquello el mercado negro del camping.

Una vez que entregamos la furgoneta nos quedamos de happy homeless total, Yo estaba un poco triste la verdad, es como si vendes tu casa y te quedas en la calle con las maletas..¿cómo vamos a comer? ¿y a dormir?, acostumbrados a nuestra casita de ruedas. Adiós van, adiós, pusimos mucho cariño y trabajo, y ella nos llevó de un sitio a otro y fue nuestro hogar durante 4,5 meses…..como le dijo Jose a los franceses, cada tornillo que hay en la van lo he puesto yo……en mi caso, cada pintura, cada detalle lo he puesto yo, Daniel ha puesto su risa, su alegría y sus juguetes…..bye bye….

Compramos el billete para Nueva Zelanda, y para dos noches que nos quedaban nuestros vecinos mahoríes de Nueva Zelanda nos dejaron una tienda de campaña que a su vez le habían dejado a otros que ya se marcharon el día anterior, con lo que ya estaba puesta y todo. El único “problemilla” era que no se podía cerrar porque tenía la cremallera rota y temíamos a las visitas nocturnas de nuestras amigas las arañas, el día anterior nuestro vecino recién llegado mató una araña como un puño que se le había colado en el 4x4…(iba a colgar una foto de la araña pero no es apta para corazones sensibles)

Así que nos dejaron una mosquitera para ponerla en la puerta con unas pinzas de tender la ropa como muralla infranqueable…. Otros nos dejaron un colchón hinchable..en fin, que voy a decir, que había un ambiente mu salao en el camping, con la gente contándose sus historietas de cuando estuvieron aquí y allá, parecíamos un campo de refugiados huyendo del outback australiano (esta metáfora a lo mejor no es muy acertada porque nosotros hemos disfrutado mucho en esta zona donde te sientes un mico y la tierra es como infinita…, pero es para que os hagáis una idea).

En el camping hemos conocido a una familia polaca que viaja con sus dos hijos en un todoterreno con trailer, uno de la edad de Daniel y otro más peque (sí hay familias viajando ¡por fin¡), se hicieron super amigos..y nosotros con sus papis también, con cenitas super agradables en el camping por la noche. También había otra familia israelita viajando con sus dos hijas. Y lo más gracioso de todo es que las tres familias estamos terminando nuestro viaje en Australia, vendiendo los trastos, y las tres viajábamos esta semana a Nueva Zelanda…….tanto tiempo buscando familias viajeras y aquí estaban, esperándonos.

Después de 200.000.000 de medidas de seguridad y después de enseñar y rellenar 200.000.000 de papeles en el aeropuerto, por aquello de la seguridad en la agricultura..

¿Ha estado en el bosque? Sí, ha sido chupi

¿Ha tenido relación con animales? Sí, bueno, pero sin llegar a mayores

¿Trae equipo de acampada o botas de trekking? Sí, traigo de todo

Trae conchas? Un recuerdito, sí

Trae medicinas? Síiii

Lo único que nos faltaba era entregarnos, pero es cierto que la verdad te hace libre, y al fnal nos dejaron entrar en la tierra del señor de los anillos, donde el cielo es limpio y la lluvia es la responsable de este verde tan verde.

Estamos en Chrischurch, en la isla sur, donde dos meses atrás ha habido un terremoto. Es una ciudad-pueblo preciosa…ha sido un gran cambio respecto a Australia, aquí tienen un toque mágico, con tiendas vintage, de libros de segunda mano, chicas de piel blanca y pelo rojo, los chicos con los pantalones pitillo, pelo enmarañado y gorra de pillo. La arquitectura es inglesa, y los niños van al colegio vestidos de Harry Potter (yo creo que también aprenden algo de magia). Hay unos cafes-bares-restaurantes muy chulos donde te puedes tomar una cerveza y escuchar música en directo al aire libre y Daniel puede estar¡¡ ahhhh. A mí me recuerda un poco a Irlanda, pero sin gaitas ni canciones populares y con un montón de tiendas de comida orgánica (Anita, tú aquí serías feliz, si no fuera por el clima).

"The voice for all animals" (como ha cambiado el cuento)

la influencia inglesa está fuera de toda discusión

y comida oriental buenísima y barata

tiendas vintage

Los cambios son buenos, definitivamente…..y como a rey muerto, rey puesto, nos hemos alquilado una campervan con cocinita dentro, por lo del clima, Daniel tiene su camita en el techo, ayyy como crecen, dentro de poco me lo veo de vuelta al mundo con sus coleguis.

Y eso es todo de momento chicos, ya os iremos contando que tan nuestros amiguitos de nueva Zelanda, e intentaremos que no nos salgan pelos en los pies..bueno, para Jozelito ya es tarde je je

besitos